jueves, 28 de enero de 2016

LISBOA: UN TESORO A LA VUELTA DE LA ESQUINA.

Lisboa es la capital y la ciudad más grande de Portugal. Está situada en la desembocadura del río Tajo, al oeste del país y es bañada por el Océano Atlántico.
Es una ciudad con encanto, con una atractiva mezcla entre la calidez hogareña que ofrecen sus habitantes y su incesante vida cultural.
Explorar sus viejos barrios como la Alfama, Belem o Baixa al ritmo de los míticos tranvías y al son del típico fado, no te dejarán indiferente.
La mejor época para viajar a Lisboa es de febrero a junio.
Los días recomendados para visitarla son 4 días (aunque también se puede realizar una visita rápida un fin de semana).
Se puede visitar la llamada Estufa Fría, situada en el Parque Eduardo VII, el cual son 3 gigantescos invernaderos: la estufa fría, donde las plantas están a temperatura ambiente protegidas únicamente por el tejado de madera y cristal; la estufa caliente, hogar de las plantas tropicales, y la estufa dulce, donde reinan las cactáceas con magníficos ejemplares de cactus, aloes o pitas.
La Baixa es el corazón de Lisboa, donde se concentra la mayor actividad comercial y donde transcurre el trasiego de la vida diaria entre sus calles y plazas principales. Es el centro de la ciudad, reconstruido casi en su totalidad tras el terremoto de 1755 siguiendo el esquema de cuadrícula diseñado por el Marqués de Pombal.
Por último os recomiendo visitar al iglesia de San Vicente de Fora, situada al este del barrio de la Alfama. Es uno de los monumentos más importantes de la ciudad. Sus orígenes son del siglo XII, su nombre es en honor a San Vicente, patrón de Lisboa.
En el exterior se puede observar su sobria y elegante fachada del estilo del Renacimiento. También llaman la atención las 2 espléndidas torres que contribuyen a dar al edificio su aire grandioso y monumental.
En el interior una pequeña galería nos lleva desde la iglesia al claustro, en dónde los azulejos narran distintos episodios de la historia de Portugal y otros representan con gracia algunas de las conocidas fábulas de La Fontain.
Por último sólo nombrar otros lugares que visitar y dejarse invadir por el ambiente de esta gran ciudad: el Panteón Nacional, también llamado iglesia de Santa Engracia; la iglesia y convento del Carmen; tomarse un helado en Santini; el elevador de Santa Justa; el Monumento a los descubrimientos; y el Oceanario de Lisboa.

martes, 12 de enero de 2016

LA CAPITAL DE LA ALTA ALSACIA.

Colmar se ubica en la confluencia de las valles del Munster y Rin, en un territorio de importante actividad económica. Tiene en la actualidad algo menos de cien mil habitantes.

Esta ciudad alsaciana parece salida de un cuento de navidad.

Es uno de los mayores centros turísticos del valle del Rin, se desarrolló básicamente desde el medievo como punto importante del negocio vinícola, y conserva un rico patrimonio, en el que aún se detecta el vigor económico que le dio protagonismo en el tramo final de la Edad Media y durante los tiempos del Renacimiento.

Las numerosas luces, los diferentes puestos de venta en la plaza, el aroma de canela y de vino caliente que flotan en el aire representan la magia en Colmar.

Conserva interesantes edificios, sobre todo en el plano de la edificación tradicional, así como un valioso museo en el que se exhibe la pintura más famosa de Grünewald, también bellas casas de entramados de madera y una arquitectura de la época gótica.

Es la urbe natal de F. A. Bartholdi, el autor de la estatua de la Libertad de Nueva York.
La época más atractiva para visitar Colmar es el verano, cuando toda la ciudad rebosa de rincones floridos.

Uno de los barrios más típicos de la población es el de la llamada Pequeña Venecia, donde se aúna la típica construcción alsaciana en un entorno de canales; en especial se recomienda la rue des Marchands, cercana a la colegiata de San Martín.

Y para terminar, nombrar tres hoteles por menos de setenta euros la noche y así dejarse perder en esta inolvidable ciudad, llena de rincones mágicos: Hotel Turenne, Hotel- Restaurante Les Maraichers y Hotel Kyriad Colmar Centre Gare.



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